Thursday, June 16, 2011

Día 2

Domingo 18 de Julio del 2010

BON DÍA BARCELONA!
Hace un calor bochornoso... Sin muchas ganas nos hemos levantado, vestido y bajado a desayunar al Buffet Libre. Nos hemos puesto hasta arriba de magdalenas, tostadas, cereales, fruta... y nos hemos guardado bolleria para el camino. Nos hemos preparado para llegar a tiempo al aeropuerto y coger, por fín, nuestro avión al Dubrovnik. Pero aquí no acaban los problemas, porque hemos tenido la buena suerte (notese la ironía) de  que nos volvieran a retrasar el vuelo otras 2 horas.

Dubrovnik desde el aire llega a impresionar:

Habiamos reservado el día anterior dos habitaciones en dos hoteles diferentes (una de dos, y otra de 3 personas) ya que no quedaban habitaciones de 5 en ningún sitio. Estaba todo ocupado. Al llegar, nos ha venido a recoger uno de los dueños de albergue donde íbamos a dormir (que al final resultó ser su casa...) El tío muy majo, no callaba, pero por poco nos mata por el camino, era un temerario al volante. Empezó a caernos un poco mal según iban pasando los minutos...

-"Vuestro viaje va a ser una mierda" - nos decía.

Yo iba a atenta al atardecer alucinante que teníamos delante de nuestras cabezas. Hacía tiempo que no veía un sol tan enorme.

Foto tomada desde la terraza de la casa:




























Tuvimos suerte con las habitaciones. El señor, a pesar de ser un poco aguafiestas, nos cedió otro de sus cuartos para que no duermieramos separadas en dos edificios diferentes.

 La casa estaba situada en lo alto de Dubrovnik, con unas vistas espectaculares de toda la ciudad, desde la terraza y la ventana de nuestra habitación. Lo único que echamos en falta fueron unas escaleras mecánicas para desplazarnos hasta el centro, en vez de caminar las ciento y pico escaleras de la muerte.



























La ciudad es preciosa, y lo digo sin haberme dado tiempo a explorarla de arriba a abajo.
Hemos dado un paseo por el casco antiguo, lleno de callejuelas empedradas, restaurantes y luces por todas partes.

 Está llena de vida.
Tras un paseo nocturno por el puerto y un trocito de pizza (por cierto, buenísima), hemos vuelto a casa.

La ciudad de noche:































No comments:

Post a Comment